Desde Wikihistoria os traemos las muertes más absurdas de la historia
François Vatel (1631-1671)
Quizás la muerte más estúpida de la Historia es la de François Vatel
(1631-1671), cocinero de Luis XIV. Horas antes de que comenzara una cena para
2.000 personas, el inventor de la crema chantilly se atravesó el corazón con
una espada. ¿La causa? No pudo afrontar que el marisco llegara a su cocina con
retraso.
Tennessee Williams
(1911-1983)
El genial dramaturgo Tennessee Williams (1911-1983) murió en su baño
cuando, tratando de abrir con la boca un bote de pastillas, el tapón finalmente
salió disparado hacia su garganta y lo asfixió.
Atila
Y que me dicen de Atila, que estaba tan borracho en su noche bodas que no
se percató de que sangraba profusamente por la nariz. Al día siguiente amaneció
ahogado en su propia sangre.
Antonio Gaudí
(1852-1926)
Falleció a los 74 años cuando al cruzar la Gran Vía barcelonesa fue
arrollado por un tranvía que circulaba a una velocidad más bien ridícula.
Jean-Baptiste Lully
Éste estaba dirigiendo su orquesta marcando el ritmo con su batuta. En
aquella época (1687) la batuta del director de orquesta era un pesado bastón
con el que se golpeaba el suelo. En un fragmento difícil, Lully se enfadó tanto
con sus músicos y golpeó el suelo con tanta furia que en su arrebato de cólera
se golpeó el pie con el bastón, se le infectó, se le engangrenó y la broma lo
llevó a la tumba.
Isadora Duncan (1927)
Estrangulada por su bufanda que se había quedado enganchada entre los
radios de la rueda de su coche.
Hans
Steininger
El austríacoque vivió en el siglo XVI, se hizo famoso
por dejarse crecer la barba más larga del mundo (de casi un metro
y medio) y por morir a causa de ella. Un día de 1567, cuando huía del incendio
que se declaró en la ciudad donde vivía, Hans se olvidó de enrollar su barba,
la pisó, perdió el equilibrio y al caer se rompió el cuello.
Adolfo Federico
La glotonería del rey sueco fue su perdición: en
1771 falleció a la edad de 61 años debido a un problema digestivo que le
sobrevino tras comer una cena pantagruélica y repetir catorce veces su
postre preferido: relleno de mazapán y leche.
Esquilo
A Esquilo el oráculo le vaticinó que moriría aplastado por una casa, por lo
que decidió residir fuera de la ciudad. Curiosa, y trágicamente, falleció al
ser golpeado por el caparazón de una tortuga, que fue soltado por un
quebrantahuesos (Águila) desde el aire.
Christine Chubbuck .
La periodista estadounidense encontró una manera extraordinaria para
subir la audiencia del canal donde trabajaba. En 1974, a los ocho minutos de
programa, la reportera dijo: "Para mantener la política del canal 40 de
ofrecerles lo último en materia de sangre y entrañas, aquí tienen otra
primicia: un intento de suicidio". A renglón seguido, Chubbuck sacó
un revólver y se disparó en la cabeza.
Deberías poner la de Felipe el Hermoso
ResponderEliminarEs muy absurda
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=xged3bMwscQ jaajaj estas son las muertes mas absurdas jajaja
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