Un frío 15 de febrero de 1754, el rey de Francia Luis XV recibió como
regalo de su 44 cumpleaños un gato de Angora blanco, con un collar de diamantes
al cuello. El monarca, fascinado al ver tal esbelto felino le puso como nombre
Brillant y obtuvo el privilegio de entrar el primero por la mañana en la
habitación del rey.
Mussolini
Incluso el dictador y fundador del partido fascista italiano tenía cariño a
los gatos. Se llamaba Tobías, era un gato atigrado y el Duce le tenía tanto
cariño que mandó colgar un gigantesco cuadro de este en su despacho.
Winston Churchill
El primer ministro británico durante los momentos másconvulsos del S.XX y
ganador de un premio Nobel tuvo varios gatos pero al que cogió más cariño fue a
felino griego atigrado, Nelson.El gato asistía junto a su amo al mismisimo
Consejo de Ministros, en una silla especialmente puesta para él.
Victoria de Inglaterra
La reina que más tiempo ha ocupado el cargo de la corona británica tenía
tanto cariño y respeto a los animales, especialmente a los gatos, que organizó
en 1871 la primera exposición felina de la historia, en el Crystal Palace de
Londres.
Victoria de Inglaterra junto a uno de sus gatos |
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