miércoles, 27 de agosto de 2014

Confidenias de Stalin

Muchas páginas han sido escritas a lo largo de la historia de la vida de Iosif Vissariónovich Dzhugashvili, conocido mundialmente como Stalin, conocemos mucho sobre su vida a partir de su llegada al poder, pero... y de su juventud, y de sus familiares más cercanos. Desde Wikihistoria y gracias a la colaboración de una colaborada, M.R.C, queremos dar a conocer la vida menos conocida del dictador soviético.

Fotografía de Stalin en su juventud


Es mucho lo que se ha escrito acerca de Stalin a lo largo de la historia, de su llegada al poder, la instauración de una dictadura personal, el conocido régimen del terror que instauró y, como no podía ser de otro modo, de su papel dentro de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo es poco el material del que disponemos acerca de la infancia y juventud de Stalin, en contraposición a la ingente cantidad de obras e investigaciones sobre el joven Hitler, sobre Stalin apenas disponemos de algunos datos esenciales y al igual pasa con las personas que en dicha época influyeron mucho sobre él tales como sus propios padres. Parte de que todo ello sea así se debe precisamente al propio Stalin puesto que durante su dictadura se encargó personalmente de que la mayoría de hechos referentes a su juventud no salieran a la luz, mediante su potente maquinaria propagandística se confeccionó una imagen del joven Stalin distorsionada heroica al estilo de las grandes epopeyas griegas.

Con el ánimo de arrojar algo de luz sobre ésta época más oscura, este artículo se propone analizar y compartir como era la relación de Stalin con sus padres, especialmente con su madre, ya que ambos serian los primeros en influir notoriamente en el carácter del futuro Stalin.

Los padres de Stalin eran Vissarión "Beso" Dzhugashvili y Ekaterina “Keke” Gueladze y se puede decir que su hijo nacido como Iosif Vissariónovich Dzhugashvili y con el alias de “Soso” fue el milagro de ese matrimonio, ya que los dos hijos que habían tenido anteriormente habían fallecido. Tal es el miedo que ambos tenían de que el recién nacido Soso no superara sus primeras semanas de vida que realizaron una especie de peregrinación hacia un santuario cercano para dar gracias a Dios por el alumbramiento y para que protegiera a la criatura de las enfermedades y la muerte.



Ekaterina “Keke” Gueladze, la madre de Stalin.
Vissarión "Beso" Dzhugashvili, el padre de Stalin.






La relación de Stalin con su padre puede ser calificada de ambigua, su padre era un zapatero alcohólico y extremadamente violento que llegaba a agredir a su mujer y a su hijo, aunque hay indicios que evidencian que Stalin no sentía devoción por su padre, también existen pruebas de que en el fondo tenía cierto cariño hacia su persona. A modo de ejemplo podemos nombrar 2 hechos acaecidos en torno a la figura de su padre, en primer lugar durante la estancia de Stalin en el seminario su padre fue a buscarlo para pedirle dinero lo que molesto de tal modo a Stalin que ni siquiera se inmutó y le exigió inmediatamente que abandonara aquel lugar. En segundo lugar se cuenta que en ocasiones Stalin hablaba bien de su padre, tal es así que siendo ya el dictador que todos conocen se jactaba en las cenas de que había heredado el aguante del alcohol que tenía su padre, de la misma forma en otra ocasión comentó orgullosamente que su padre era un excelente zapatero capaz de hacer dos pares de zapatos en un mismo día, incluso ya en su vejez le gustaba llamarse así mismo “zapatero” en lo que parece una especie de tributo final a su padre. Finalmente la muerte de Beso está rodeada de incógnitas aun así recientes investigaciones afirman que murió enfermo de tuberculosis y que fue enterrado en una fosa común en Georgia, por su parte la hija de Stalin, Svetlana, afirmaba que su abuelo murió durante una pelea en una taberna hipótesis que podría ser cierta ya que las peleas de Beso con otros borrachos en bares eran muy comunes.

A pesar de que evidentemente el carácter violento y problemático de su padre fue esencial en su forma de ser posterior, la persona que más influyo como pilar esencial de Stalin fue su madre. Keke Djugashvili podría ser definida como una mujer muy inteligente y también descarada y atrevida a la hora de expresarse, cualidades que fueron heredadas directamente por su hijo Stalin del que se decía que era el vivo retrato de su madre, un ejemplo bastante ilustrativo de esto es que Keke fue la única persona capaz de espetarle a Stalin sin rodeos que debería haber sido capaz de compartir el poder con Trotski. A pesar de todo ello, Stalin durante su juventud era una persona muy apegada a su madre y siempre estaba con ella, además a modo de curiosidad debemos apuntar que el sueño de Keke es que su hijo llegara a ser obispo y llegó a poner todo su empeño en que así fuera, trabajando de lo que podía para que su hijo estudiara en contra de la voluntad de su marido Beso que quería que Stalin trabajara en la zapatería. Una vez que Stalin se metió de lleno en asuntos políticos se distanció bastante de su madre a la que apenas visitaba. No obstante Stalin enviaba cartas a su madre aunque extremadamente cortas:

 “¡Mamaíta te deseo que vivas diez mil años! Muchos besos Tu Soso." 
                                      
                                                                  1 de enero de 1923


Precisamente por telegramas como éste la anciana Keke se quejaba de la insuficiente atención que su hijo le prestaba, en una carta impropia del Stalin dueño de Rusia el dictador deja constancia de ello:

 “Mamá, sé que estas decepcionada de mí, pero ¿qué puedo hacer? Estoy muy ocupado y no puedo escribirte demasiado a menudo. Día y noche voy de cabeza por culpa del trabajo. Muchos besos de tu Soso” 

                                                          25 de enero de 1925


Sin embargo en otras ocasiones Keke haciendo gala de su carácter procaz no respondía a la correspondencia de Stalin y continuaba sus quehaceres diarios sin otro mayor cometido. Tal es así que Stalin ya convertido en dictador es en esta ocasión el que se queja de la indiferencia de su madre:

“Mamá, ¿qué tal estás? Hace mucho que no me escribes. Quizás estás enfadada conmigo. ¿Pero qué puedo hacer? Estoy ocupadísimo. Te mando ciento cincuenta rublos, no puedo mandarte más. Si necesitas más dime cuánto te hace falta. Tu soso” 


La última vez que Stalin visitó a su madre con vida fue en 1936 y en aquella ocasión la anciana aprovechó para decirle a su hijo que le hubiera gustado que fuera sacerdote ante lo cual Stalin se echó a reír. Mientras su madre estuvo viva Stalin, ya en el poder, le mandaba siempre dinero, medicinas o ropa. Como dato final decir que Keke murió en 1937 y Stalin ni siquiera fue a su entierro, solamente mandó una corona en la que se podía leer “A mi querida y amada madre, de su hijo Iosiv Djugashvili” 

 Para concluir animo a que se investigue sobre la figura de los padres de Stalin en particular y su juventud en general ya que en esa época es donde se encuentra la base determinante y vital para que el joven Soso hijo de un zapatero y criado en una familia desestructurada y rodeada de violencia llegara a convertirse en Stalin, en el Stalin que todos conocemos y que la historia se ha encargado de juzgar tal y como se merece.


M.R.C

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